Las extracciones de cannabis son procesos que separan los componentes activos de la planta para crear concentrados con propiedades específicas. Aquí hay información sobre algunas extracciones comunes:
1. Aceite de Cannabis (CBD y THC):
Se extrae utilizando solventes como CO2 o alcohol. Estos aceites contienen cannabinoides como el CBD (cannabidiol) y el THC (tetrahidrocannabinol). Se utilizan en productos medicinales y recreativos, con aceites de CBD conocidos por sus propiedades terapéuticas sin efectos psicoactivos significativos.
2. Wax:
También conocido como «cera», se obtiene mediante extracción con solventes y destilación al vacío. Es rico en THC y se utiliza comúnmente para la inhalación.
3. Shatter:
Un concentrado de cannabis transparente y quebradizo que se produce mediante extracción con butano o CO2. Contiene altos niveles de THC y se utiliza principalmente para vaporización.
4. Hash:
Una forma antigua de concentrado, se obtiene al extraer la resina de los cogollos y comprimirlos en bloques. Puede variar en textura y potencia.
5. Tincturas:
Extracciones líquidas de cannabis en alcohol o glicerina. Son fáciles de dosificar y se pueden ingerir o aplicar debajo de la lengua.
6. Rosin:
Se produce aplicando calor y presión a los cogollos, extrayendo una resina pegajosa. No utiliza solventes y retiene terpenos, proporcionando un perfil de sabor más completo.
7. Aceite de Rick Simpson (RSO):
Un concentrado de cannabis de espectro completo creado con solventes como la nafta. A menudo se utiliza con fines medicinales.
Estas extracciones ofrecen diversas opciones para consumir cannabis, cada una con sus propias características y usos. Es crucial entender los métodos de extracción y sus efectos antes de consumir cualquier producto.